LA IMPORTANCIA DE LOS OMEGA-3 DURANTE EL EMBARAZO

Gran parte de las primeras investigaciones en el área de los omega-3 se centraron en las enfermedades cardíacas. Docenas de estudios de observación han demostrado que consumir pescado reduce el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral. los omega-3 protegen contra las enfermedades cardíacas al reducir la formación de coágulos, inhibir el crecimiento de la placa arterial, disminuir los triglicéridos, reducir las arritmias y la inflamación. Además de sus ventajas cardiovasculares, el DHA y el EPA tienen otros muchos beneficios. Pueden ayudar a prevenir y tratar una amplia variedad de condiciones de salud, abarcando demencia/Alzheimer, cáncer, degeneración macular, asma, colitis, depresión, ADHD, diabetes, alta presión sanguínea, artritis, esclerosis múltiple y obesidad.

Los ácidos grasos omega-3 son esenciales y sólo se pueden obtener de una dieta. Mantener niveles óptimos de omega-3 es importante para todos nosotros, pero una población que merece especial atención es la de las mujeres embarazadas y aún más durante el período de lactancia. Los ácidos grasos omega-3 son fundamentales para la salud y el funcionamiento óptimo del cerebro a todas las edades, pero estos ácidos grasos esenciales desempeñan un papel vital durante el desarrollo fetal y la infancia. Las mujeres embarazadas tienen un mayor requerimiento de omega-3, en particular de DHA, debido al rápido crecimiento celular y al desarrollo de nuevos tejidos y sistemas orgánicos. El desarrollo óptimo del cerebro y el sistema nervioso central, los ojos y el sistema inmunológico, se han asociado con una ingesta adecuada de DHA. De hecho, el DHA es una grasa estructural importante en el cerebro y los ojos humanos, que representa alrededor del 97% de todas las grasas omega-3 en el cerebro y el 93% de todas las grasas omega-3 en la retina. Durante el último trimestre, el feto acumula 50-70 mg de DHA cada día, casi la misma cantidad que la mayoría de los estadounidenses consumen por medio de su dieta. Tanto la ingesta de DHA de la madre como las concentraciones de DHA en circulación son importantes para determinar las concentraciones de DHA en la sangre del feto. Sin un suplemento, los niveles maternos de omega-3 disminuirán durante el embarazo y se reducirán aún más durante la lactancia, ya que los ácidos grasos esenciales también son componentes de la leche materna. Estos nutrientes siguen siendo de vital importancia para el desarrollo del cerebro durante la infancia y por eso ahora se añade DHA a las fórmulas infantiles. Los bebés continúan acumulando DHA en el sistema nervioso central hasta aproximadamente los 18 meses de edad.